Salimos desde el aparcamiento externo del Tanatorio Estavesa
de Mazarrón en la RM-322, cruzamos el pueblo por la Calle La Vía,
pasando por
delante del “barrio de los callaos” (cementerio) y debajo de la Autopista de la
Mediterranía (E-15); antes de llegar a Los Rincones, torcemos en ascenso por la
Rambla de la Culebra;
avanzamos entre los Cabezos de los Huesos y las Coronas;
descendemos a un ramblizo, para cambiar de dirección por pista en desuso y de
fuerte pendiente.
Vamos enlazando con dos pistas mejorando el rodar;
perdemos
altura hasta la Rambla del Algarrobo, la atravesamos cambiando de dirección
hacia las ruinas del Cortijo de Los
Pitones.
El paisaje árido a base de palmitos, solitarias palmeras, salpicado de
olivos e higueras,
nos acompaña junto a los restos de un antiguo acueducto
al Garrobo,
donde paramos junto a las ruinas de un caserío con un vehículo
volcado.
Salimos a la carretera de la Pinilla (RM-E19), comenzamos a
subir con viento en contra;
cortando la Rambla de las Yeseras, alcanzamos el
collado en el Paraje de La Sierra;
descendemos
pasando la Rambla de las Palomas
y la Casa del Campillo;
volvemos a subir desde la Rambla de la Fuente de La
Pinilla y la Casa del Conde.
Dejamos el asfalto rodeando el Cabezo del Mojón (389 m) por
las Casas del Pedrero;
en la Casa de las
Yeseras,
hacemos un alto echando un vistazo a su aljibe;
giramos a la derecha
por pista agrícola,
pasando por la Casa de la Torre
hacia La Atalaya;
dejamos
atrás una granja porcina y las Casas de la Cañada,
cruzamos la autopista de la
Mediterranía,
entrando en la moderna aldea de Los Cortijos,
donde a falta de
bar, tomamos el plátano.
Desde Los Egeas llegamos a uno de los caseríos que conforma
el Mingrano, vemos los restos adecentados de un antiguo molino;
dejamos por la
derecha una Vía Pecuaria en la Rambla Hoya de Los Morenos (Vereda del Mingrano);
nos elevamos por la
zona de La Alameda,
e iniciamos un vertiginoso descenso a la Rambla Hoya de Los
Morenos; nos reagrupamos junto a una gran covacha, entre Cabezos de La Oliva y
de Pinico;
cruzamos en ascenso un caserío de Las Balsicas,
pasamos por los
invernaderos de El Campico
y en el Boticario,
por la Rambla de Los Rincones,
llegamos a nuestro destino, el Tanatorio, lo hacemos como bikers y no clientes;
tomamos unas cervezas para celebrarlo y matar la sed.
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