Salimos por la pista
junto al aparcamiento hacia la Borda de
San Miguel,
en el inicio podemos ver los pinos silvestres o bermejos debido al
color rojizo; por frondoso hayedo caminamos observando algún ejemplar de abeto
de Douglas.
El territorio español era rico en patrimonio forestal, la idea de darle
al monte un impulso generador de riqueza y recursos económicos, pasaba, entre
otras cosas, por explorar la opción de las plantaciones.
El régimen franquista,
en un intento de reducir los gastos que comportan las importaciones (para el
desarrollo de las industrias relacionadas con el sector maderero), crea el
Patrimonio Forestal del Estado, el Servicio de Montes en 1938 y el Plan General
de Repoblación en 1939.
En principio se potencian amplias plantaciones de
eucalipto, para el entibado de minas y la construcción; también de Pinus
radiata. En parcelas pequeña se experimenta con roble americano (Quercus
rubra), castaño japonés (Castanea crenata) o abeto de Douglas (Pseudotsuga
menziezii), finalmente se plantan secuoyas.
Con poco más de 1 km, vemos un pequeño refugio con forma de
tienda de campaña,
a partir de aquí se empina la pista
haciéndose sendero;
pasamos por una pequeña plantación de abetos Douglas,
algunos se hallan secos
creando una atmósfera de misterio, promovida por la niebla que va haciendo acto
de presencia.
Vemos en la orilla del sendero, una estela discoidea funeraria de
piedra con cruz junto con una runa esvástica
en bajorrelieve; fenómeno producto de culto rural y economía autosuficiente,
característico de tierras agropecuarias mal comunicadas con los núcleos urbanos.
Aunque provienen de la Edad Media, a excepción de la esvástica o rueda solar, que
lo hace del Neolítico, esta en concreto, denota su modernidad, al permanecer
grabados los detalles de la persona fallecida.
Entramos en zona de pastos
para las reses
de la Borda de
Bustinza;
ascendemos para encaramarnos por sendero pedregoso,
junto a un
arroyuelo de montaña,
entre el Urdangone (1155 m) y Beloki (1256 m),
a la pista
del GR- 12 bajo un manto neblinoso que nos ha caído de improviso;
por la izquierda
continuamos pendientes del Orux
hacia la canalizada Fuente de Iturtxameni al abrevadero
donde tomamos el mantente.
Afortunadamente el gps no pierde la señal de satélite
y la bruma se disipa poco a poco, permitiéndonos continuar ruteando a nuestro
aire.
Monte través por los praderíos
sorteando la Regata Usula,
nos dirigimos hacia
las chabolas pastoriles de Desamenditxiki,
donde las Jacas Navarras corretean
alegremente;
bordeando Allapuiturri (1306 m)
cruzamos un barranco,
saliendo a
dos construcciones ruinosas;
cruzamos el profundo hayedo a nuestra derecha,
con
abundantes sumideros que denotan la morfología kárstica de la zona,
para
enlazar con el Camino de San Miguel que baja de Igaratza hacia Guardetxe.
Tras una prolongada bajada de 2,6 km,
abandonamos la pista
por sendero paralelo a la izquierda;
enlazamos con otra pista en Larluzegaña;
descendiendo por Otadi,
el camino se encuentra cada vez más embarrado bajo el tupido hayedo;
accedemos
a una especie de merendero en el prado con larga mesa de madera,
pronto
enlazamos con la pista que trajimos en la ida y en pocos metros llegamos a la
salida.
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