en las ruinas
de la antigua fábrica de Olaberri,
dedicada a la fabricación de armas,
para
aprovisionamiento y defensa de la Corona (dinastía Borbónica), fue construida
por mandato de Carlos III en 1766 a ambos lados del rio Arga;
situada para su
desarrollo y funcionamiento, en las cercanía de las materias primas (hierro, madera
para carbón y agua)
mantenía separados entre sí los distintos
pabellones: talleres, oficinas, hornos de fundición, almacenes, viviendas, etc.
Estuvo operativa hasta que la destruyeron las tropas francesas en 1794.
Tomamos un empinado sendero junto al puente sobre el rio Arga,
nos eleva penosamente por el hayedo,
hasta las ruinosas instalaciones para la
defensa de la Real Fábrica de Municiones,
una batería artillada y cuarteles
para la tropa que cuesta distinguir;
entramos en un helechar bajo los abetos
Douglas,
enlazando con la pista de vuelta;
admiramos unas hayas imponentes por lo grandes, altas y rectas;
un
ciervo que baja a la caída de la tarde a beber, nos sorprende y huye asustado, más
abajo, junto a un comedero,
se repite lo mismo, esta vez con una familia de
cérvidos, donde el pequeñín se nos planta delante, dando media vuelta vuelve a
correr espantado.
Salimos a la carretera,
pasamos la antigua piscifactoría
y
Casa Forestal de Olaberri
antes de llegar al aparcamiento.
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