Accedemos desde la carretera de Navacerrada al área de la Barranca.
Tomamos el Sendero del Valle de la Barranca,
cruzando la valla
junto al Embalse del Pueblo de Navacerrada; los cencerros del ganado vacuno nos dan el pistoletazo de salida;
dejamos a nuestra derecha, para la vuelta, el Embalse del Ejercito del Aire con su Casa de Guías;
en una curva cerrada se encuentran las instalaciones de la empresa, Parque de Aventura de Pino a Pino,
dispone de 7 circuitos para todas las edades y niveles (tirolinas, puentes, redes, etc.); junto a los circuitos,
se halla el área temática Las Vueltas, con 6 espacios rítmicos; desde el marcado por el sol y la luna, hasta los tiempos geológicos.
cruzando la valla
junto al Embalse del Pueblo de Navacerrada; los cencerros del ganado vacuno nos dan el pistoletazo de salida;
dejamos a nuestra derecha, para la vuelta, el Embalse del Ejercito del Aire con su Casa de Guías;
en una curva cerrada se encuentran las instalaciones de la empresa, Parque de Aventura de Pino a Pino,
dispone de 7 circuitos para todas las edades y niveles (tirolinas, puentes, redes, etc.); junto a los circuitos,
se halla el área temática Las Vueltas, con 6 espacios rítmicos; desde el marcado por el sol y la luna, hasta los tiempos geológicos.
El Valle de la Barranca se encuentra el Parque
Regional de la Cuenca Alta del Manzanares; de un alto valor paisajístico y
ecológico (encinares y dehesas, sotos, robledales, pinares, etc.), por los que
discurren arroyos y ríos con embalses.
La economía tradicional de los pequeños pueblos de la zona, basada fundamentalmente en la ganadería, la agricultura y en el uso de los recursos madereros, ha permitido la conservación de estos lugares.
La economía tradicional de los pequeños pueblos de la zona, basada fundamentalmente en la ganadería, la agricultura y en el uso de los recursos madereros, ha permitido la conservación de estos lugares.
Sumidos en un fuerte olor a madera de pino, como si hubiese
un aserradero al doblar cualquier recodo, hacemos un alto en la Fuente de
Mingo;
alcanzamos un cruce de pistas;
la derecha conduce a la Fuente de la Campanilla, Collado del Piornal y Pico de La Maliciosa;
nosotros continuamos rectos, pasando bajo un canchal
y el Mirador Peñas del Bercial;
tomamos el plátano en el Mirador de Las Canchas,
rodeados de azafrán silvestre,
con vistas de la Cuerda de las Cabrillas, el repetidor de la Bola del Mundo, Cancho Negro, La Maliciosa, etc.
alcanzamos un cruce de pistas;
la derecha conduce a la Fuente de la Campanilla, Collado del Piornal y Pico de La Maliciosa;
nosotros continuamos rectos, pasando bajo un canchal
y el Mirador Peñas del Bercial;
tomamos el plátano en el Mirador de Las Canchas,
rodeados de azafrán silvestre,
con vistas de la Cuerda de las Cabrillas, el repetidor de la Bola del Mundo, Cancho Negro, La Maliciosa, etc.
Iniciamos el descenso curveando entre los pinos silvestres
(Albar o de Valsaín), atajamos por una explanada con rosales silvestres,
donde se encontraba ubicado el antiguo Real Sanatorio de Guadarrama (demolido en 1994, durante su abandono se le nombró Sanatorio de Walpurgis, pues en 1970, cuando nuestro más famoso hombre lobo, Paul Naschy, rodó allí la película llamada la Noche de Walpurgis).
descendemos a la pista donde se encuentra el Mirador II (Sierra de las Cabrillas),
abajo queda el Embalse de Navacerrada;
en la siguiente curva dejamos la pista por ancha senda; se eleva momentáneamente, para ir a media ladera en progresivo descenso;
cruzamos el Arroyo del Chiquillo;
un roble aislado en el pinar da la nota discordante, cuando volvemos a ver la gayuba o uva de oso (Arctostaphylos uva-ursi) pero esta vez con sus bayas rojas.
donde se encontraba ubicado el antiguo Real Sanatorio de Guadarrama (demolido en 1994, durante su abandono se le nombró Sanatorio de Walpurgis, pues en 1970, cuando nuestro más famoso hombre lobo, Paul Naschy, rodó allí la película llamada la Noche de Walpurgis).
descendemos a la pista donde se encuentra el Mirador II (Sierra de las Cabrillas),
abajo queda el Embalse de Navacerrada;
en la siguiente curva dejamos la pista por ancha senda; se eleva momentáneamente, para ir a media ladera en progresivo descenso;
cruzamos el Arroyo del Chiquillo;
un roble aislado en el pinar da la nota discordante, cuando volvemos a ver la gayuba o uva de oso (Arctostaphylos uva-ursi) pero esta vez con sus bayas rojas.
En la bifurcación del Mojón, descendemos por sendero pronunciado,
pasando por un helechar bajo pinos silvestres de alto porte;
entroncamos con la pista de la ida, echamos un vistazo al Embalse de Ejercito del Aire,
donde unos patos toman la sombra;
entramos en el aparcamiento, dando por concluido este bonito paseo.
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