La Pradera de Navalhorno-Cerro del Puerco-Cueva del Monje-Cascada de la Chorranca-Charcón de Navalonguilla
Comenzamos la andadura, dirigiéndonos hacia las
instalaciones del antiguo Real Taller de Aserrío Mecánico (1883) en
funcionamiento hasta 1964;
rehabilitado en gran parte, vemos su chimenea con
nido de cigüeña,
cuando pasamos el portillo giratorio,
que nos ponga en pista
por bosque de pinos silvestres.
Asciende curveante en constante ascenso pasando bajo un
robledal,
hasta el Cerro del Puerco, con buenas vistas de Valsaín, el Embalse
de Pontón Alto y la Granja de San Ildefonso,
las numerosas muestras de las fortificaciones
y trincheras, construidas durante la Guerra Civil en 1937 y 1938, se suceden;
veremos
parapetos con troneras, algunos hechos con mampostería de mortero de hormigón
en su parte exterior y con piedra en seco el muro interior, en buen estado de
conservación.
Iniciamos el descenso al grandioso pinar del Juego de Bolos;
hacemos un corto trecho por pista asfaltada;
nos desviamos
para echar un
vistazo a la Cueva del Monje,
rodeamos una zona vallada desde los cerezos,
entre
pinos majestuosos de alto porte;
atravesamos la pista asfaltada para tomar una
de saca;
en las Cabrerizas, el bosque cerrado permite el crecimiento de los
helechos y que disfrutemos de la umbría.
Vadeamos un arroyo cambiando de dirección,
transitamos bajo
la falda de las Peñas de la Chorranca;
zarzamoras y acebos jalonan el sendero,
ha desaparecido la sempiterna jara de hoja de laurel, aficionada a terrenos
menos húmedos y despejados con suelos ácidos y silíceos;
se torna empinado junto
al Arroyo de la Chorranca;
continuamos ascendiendo hasta su estrecha cascada,
en dos tramos, donde el más alto y bonito, hace una pequeña poza
y se vuelve a
despeñar entre moles rocosas;
en época de lluvias dará gusto verla. De vuelta,
tomamos la fruta junto a un colector en el mismo
arroyo;
descendiendo,
enlazamos con la pista que cruza el Arroyo de Peñalara;
nos
enseña la Fuente del Ratón con mesa merendero;
venimos observando las señales
de extracción de resina en los ejemplares más robustos;
cruzamos sobre una canalización
con agua en la Peña del Tizo,
donde hay reses pastando;
seguimos por la pista
derecha; investigo una zona vallada y encharcada por el Arroyo de la Cueva del
Monje,
resulta que se accede por la parte opuesta;
se le conoce como el Charcón
de Navalonguilla.
Llegamos al cruce con sendero balizado,
poco más adelante, cruzamos
el portillo
al camino del Centro de Educación Ambiental,
donde los paneles,
muestran los distintos itinerarios autoguiados de cada paseo, con un folleto
que nos facilitan;
salimos junto a un arboretum donde asoman un pinsapo
y un
serval,
para continuar por sendero paralelo a la alambrada de vuelta
a nuestra casita
con ruedas. En La Granja nos esperan los judiones y el cochinillo como remate
final.
Qué bonito!!! De pequeña siempre me llevaban a la granja de Sanildefonso y al paseo del aserradero, ojalá volver a ir, hay alguna manera de llegar en transporte publico?
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