Puente de la Cantina-Arroyo Minguete-Puerto de la Fuenfría-Carril del Gallo-Pradera de Navalazor-Arroyo del Telégrafo
Desde el aparcamiento del Puente de la Cantina en la CL-601, de Navacerrada a la Granja de San Ildefonso,
cruzando la
carretera, tomamos el sendero señalizado como Camino de Las Pesquerías Reales,
ya que el monarca Carlos III, mando construir en la margen izquierda del Rio de
Valsaín o Eresma, una calzada empedrada para pescar truchas.
Siguiendo por la pista del GR-10.1,
realizamos un tramo asfaltado
donde, además del ganado vacuno, vemos una piara
de jabalíes, tras haber bebido agua del Arroyo Minguete;
nos separamos desde su
puente pasando por un embalsamiento de agua;
cruzamos el arroyo
para transitar
por sendero sorteando los pinos silvestres;
cortamos el Arroyo de Lumbralejos,
para seguir por la pista del GR-10.1 desde el Descargadero de Minguete.
Tras dura ascensión,
salimos a la Fuen
Fría;
tomamos la fruta en lo alto del Puerto de la Fuenfría.
El paso de la
Fuenfría, creado por los antiguos romanos que construyeron una calzada romana,
aunque
la mayor parte de la misma corresponde al camino trazado en el siglo XVIII por
la dinastía Borbónica, como vía de acceso al Palacio de La Granja.
Cervantes sitúa
a su obra “Rinconete y Cortadillo” en estos parajes, (al ser natural de la Fuenfrida); Quevedo hizo a su Buscón
recorrer la sierra, pernoctando en una posada de Cercedilla de camino a
Segovia.
Actualmente es punto de reunión del camino Schmidt, la pista del
Collado de la Marichiva, la carretera de la República y el GR-10.
Volvemos a la fuente
para seguir la pista
derecha (Senda de los Cospes), en la bifurcación,
continuamos por la izquierda
en ligero descenso al Carril del Gallo;
pasamos bajo un canchal,
vemos varios Phellinus
igniarius, conocidos como soporte de
sauce o esponja de
fuego, son la causa de la podredumbre
blanca que conduce a la descomposición
del árbol; prefiere sauces, abedules o alisos antes que pinos;
dejamos atrás
algún afloramiento de aguas
y un delicado hongo que crece en los excrementos
secos de vaca (psilocybe).
El
Carril del Gallo enlaza con el Camino de Lumbralejos, entre la masa boscosa y
el denso helechar;
desciende a la Pradera de Navalazor,
donde encontramos un
cementerio de árboles;
sus nudosos y retorcidos troncos, se blanquean y
descomponen al calor del sol o por efecto de las nevadas,
reposan en un balcón
admirable sobre los Montes de Valsaín y Peñalara;
seguimos
bajando para vadear el Arroyo del Telégrafo;
sin pisar la pista de saca que viene de Las 7 Revueltas,
seguimos descendiendo por una pista pedregosa paralela al Arroyo del Telégrafo.
Cuando llega al nivel del arroyo,
sin cruzarlo, seguimos por el margen derecho, una traza senderil que acaba haciéndose pista de trabajos forestales;
solo nos queda enlazar con el GR10.1 de la ida, para volver en poco más de 1 km al aparcamiento.
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