Paso de la Viga-GR-66-Poljé del Espino-Pico Argel-Tejo milenario-Coto de la Mina-Camino de las Torcas
Guiados por Paco Sáez, partimos 16 Andarin@s Caminando por
La Vida,
desde la cota de los 950 msnm, cruzando el Río Mundo en el Llano de la
Venta,
para seguir la pista de su boscosa ribera por la izquierda; abrimos y
cerramos un portillo de ganado; en el cruce, tomamos la pista en ascenso por la
derecha durante 1 km, vamos atentos para girar a la derecha por sendero
empinado;
el pinar va dejando paso progresivamente al encinar,
vemos a nuestra
derecha el Cerro El Borrucal,
donde se asientan los restos del castillo de
origen islámico y el cementerio antiguo de Riopar Viejo, donde ayer estuvimos
viendo ponerse el sol.
A los 3 km de marcha, alcanzamos el cruce por el que volveremos,
seguimos el GR-66 o Camino de Riopar a Yeste, donde se encuentra el “Arce Aguador”
(si nos fijamos bien en la foto, veremos al mismísimo aguador escondido);
aumentan las manchas amarillentas de los arces y los pinos salgareños;
alcanzamos una explanada donde hacer un alto;
hay una casa de pastor
y estamos
rodeados de quejigos o robles carrasqueños (Quercus faginea); especie autóctona
del bosque mediterráneo semejante a la encina; florece entre abril y mayo, casi
siempre antes que la encina; las bellotas maduran y se diseminan hacia
septiembre u octubre.
Continuamos ahora con sol,
cuando vemos el viejo “Arce de
las Tres Patas”
denominado así por su triple entronque;
aquí el gps traza recto
un tramo, aunque nosotros vamos por la pista del GR-66;
en el cruce,
continuamos por la derecha hacia la Fuente del Espino y el Pozo de las Bombas,
cuando rebosa el agua se filtra por el sumidero Poljé del Espino;
ya que nos
encontramos en una zona kárstica, con abundantes dolinas o depresiones con forma
de embudo y pequeño valle cerrado; por eso no hay corrientes de agua
permanentes, la porosidad del subsuelo lo impide y las surgencias ocurren más
abajo, como el fenómeno de los Chorros del Río Mundo.
Cambiamos de dirección, siguiendo un trecho el Camino de la
Fuente del Buitre con abundancia de majuelos,
para coger sendero a la derecha
en Cañada de las Yeguas; como hay niebla, tres de nuestros miembros siguen por
la izquierda en la bifurcación,
mientras el resto iniciamos el ascenso al pico
Argel (1698 m) monte través; vemos un Lactarius deliciosus (Níscalo);
tras
ardua subida,
coronamos la cima
apreciando el súbito fresco tras el esfuerzo;
no podemos distinguir ni el cercano Puntal de Raspilla;
hechas las fotos,
comenzamos el descenso,
descrestando hacia la Fuente del Buitre,
donde
tomaremos un mantente junto a nuestros tres compañeros.
Por lo visto, la niebla esperaba que nos fuésemos para
disiparse, dejando la nitidez de vistas tardíamente, cosas que nos depara la
montaña y hemos de aceptar.
Echamos un buen rato junto al abrevadero de la Fuente
del Buitre,
antes de continuar por la Senda del Tornajico
al Tejo milenario;
disfrutando de las vistas sobre la Sierra del Cujón
y de este árbol monumental
en la Cuerda de los Pinos Milaneros. Los tejos o Taxus del griego taxon (arco) y toxikon
(veneno), son árboles coníferos de montañas calizas, de 15 a 20 m de altura con
diámetros de 1,5 metros y hasta 1.500 años de vida, crecen en altitudes de
entre 500 y 2000 m. Su madera, resistente y flexible para la fabricación de
arcos, supuso su exterminio en comarcas enteras, ahora figura como especie
protegida.
Casi todas sus partes son ricas en alcaloides tóxicos (taxina), de
hecho ha sido utilizado como veneno para suicidarse, en casos desesperados de
prisión o sitio en guerras, al causar la muerte en pocos minutos. El Taxol,
compuesto químico extraído del tejo (sin necesidad de talarlo), cura catorce
tipos de cáncer, aunque su fama viene de los druidas celtas, hacían con sus
ramas bastones mágicos y con palillos de su madera adivinaban el futuro.
El
cristianismo lo incorporó a su doctrina como símbolo de vida, muerte y
eternidad, construyendo muchas iglesias, ermitas y cementerios junto a ellos
(sobre todo en Asturias). Los rituales y acontecimientos importantes de la
comunidad, se hacían bajo su sombra e inspiración.
Retornamos a la pista,
pasando junto a un abrevadero en el Arroyo de la Celadilla,
rodeamos una zona con reses pastando;
nos apartamos
de la pista, para comer los bocadillos de jamón junto a una encina monumental;
retomamos camino,
internándonos en un bosque relicto,
predominan los quejigos con
algunos arces y encinas; mágico y místico enclave, denominado “Coto de la Mina”,
con reliquias del pasado que ahora solo perviven aquí.
Observamos a distintas alturas en la corteza de algunos
árboles, las manchas de barro que dejan los animales al frotarse,
también una
buena muestra de los racimos de Armillaria melle; su forma de reproducción no
es solo por esporas, infectan los árboles entre sí a través de las raíces o la
corteza; un mismo foco puede invadir todo un bosque,
al producir una especie de
red -rizomorfo- que se extiende por todo el árbol;
se propaga por contacto a
otros individuos; al cortar el árbol, el tocón queda infectado, habría que
sacar las raíces del suelo y quemarlas.
El tiempo que aguanta un árbol
infectado es muy variable, dependiendo de si la etapa del hongo es saprófita o
parásita, llegando a ser de cientos de años o de meses; no tiene interés
culinario y podría confundirse con la seta de Chopo (Agrocybe cylindracea).
La explosión de colorido impregna nuestro ánimo,
mientras
caminamos en silencio por tan maravilloso lugar,
nos parece increíble que se haya
mantenido este bosque intacto;
nuestras pisadas no quedarán enmarcadas
en la historia de este contorno, pero la huella más profunda y duradera la
llevaremos con nosotros.
Entroncamos con el antiguo Camino de las Torcas,
para iniciar
un abrupto descenso monte través,
empalmando con el track de la ida durante 500
m;
después seguimos descendiendo por sendero accidentado a la izquierda,
en
busca de la pista por la que iniciamos el ascenso hace ya casi 8 h; nos lleva
al Paso de la Viga donde esperan los coches.
Nuestro profundo agradecimiento al
compañero y amigo Paco Saéz, en su labor al guiarnos sabiamente, tanto física
como emocionalmente; mostrándonos este tesoro oculto, que hemos de preservar
para el disfrute de generaciones venideras.
Descargar track
Descargar track
Comentarios
Publicar un comentario