Accedemos a Nerpio por la RM-15 desde Caravaca de La Cruz, pasando Archivel y El Sabinar por la AB-702. Aparcamos a la entrada de la población (38° 8'55.14"N 2°17'53.84"W).
Partimos 27 componentes entre familiares y miembros del
grupo Caminando por la Vida, cruzando la carretera tomamos por delante de la
primera manzana,
pista abajo seguimos el sendero matorralero que nace por
la derecha,
dejando atrás algunos grandes ejemplares de nogal,
rodeamos las piscinas, cruzando entre el
campo de fútbol y gasolinera, tomamos el sendero de la Cuesta Colorada hacia el
Parque Memorial Roque Martínez López;
llegamos entre pinares y almendros a la
cortijada donde tomamos el mantente,
aunque ahora han balizado la ruta para
seguirla por detrás del mismo y en dirección contraria, a mi juicio, es más
interesante hace la ruta dejando para el final lo mejor y más fresco, por eso
nosotros continuamos hacia el Cortijo del Tovarico.
Sin cruzar el puente continuamos por la pista que discurre
entre nogales (Juglans regia)
por la frondosa ribera del río Taibilla; forma parte de la cuenca alta del río Segura.
Nace a partir de las
aportaciones de varios arroyos y barrancos de la vertiente septentrional de la
sierra de las Cabras: Arroyo Molino, Arroyo Bogarra, Arroyo Huebras y Barranco
Blanco.
Discurre por el municipio albaceteño de Nerpio y entre los límites de
Yeste y Letur, antes de desembocar en el río Segura aguas abajo del Embalse de
la Fuensanta. Tiene una longitud total de unos 57 km y una pendiente media del
1,3%.
La pista se acaba en un campo de labor con nogales, lo
cruzamos y enlazamos con un sendero,
pasamos junto a una canalización de
regadío en una zona boscosa,
también incita a pasar por las angostas paredes,
en la curvatura reducida de su breve encajonamiento.
En este tramo fluvial la
vegetación de ribera que se observa en los taludes es densa y diversa.
El río
encajonado entre laderas casi verticales, de las vertientes noroeste del cerro
Cuesta Colorada y Cerro de Macalón,
provoca que la vegetación riparia (de
ribera), sea la que está en el cauce no existiendo llanuras de inundación;
sus
especies más abundantes son el sauce (Salix spp.) y el chopo lombardo (Populus
nigra subsp. italica).
El corredor fluvial o "Cañón del Taibilla" nos
depara más de una sorpresa; un fuerte sonido precede a una cascada
donde los
más atrevidos se refrescan con un baño.
Proseguimos con un sol de justicia,
remontando la presa por sendero rocoso y empinado,
hasta estabilizarnos a la
altura de un aprisco,
para vadear el río y pasar casi a través de una cueva.
Continuamos cruzando a uno y otro lado, a través de los diferentes “puentes”;
llegamos a las espectaculares pasarelas con cuerdas con la inclinación por la
pared de paso.
Como colofón final, aún queda subir por una escalera de troncos
al puente colgante
y comer en el restaurante Los Nogales donde hemos reservado.
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