en ascenso continuo por la carretera de Archivel pasamos el
Llanico;
desde el Llano de Bejar,
dejamos la carretera por la pista
asfaltada paralela a la Rambla de Béjar
bajo la Cuerda de Los Gavilanes;
en la confluencia del Barranco de la Solana de
Trigueros con la Rambla de Bejar, cambiamos de dirección hacia la casa del
Vicario, para seguir pisteando por cerrado pinar,
corta el Barranco de la Hoya
del Gavilán,
introduciéndonos en una extensa altiplanicie luciendo gala
primaveral;
rodeando por el Corral de La Hoya,
iniciamos un descenso hacia Casa
Nueva (ruinas)
y su monumental encina,
entrando en una zona arbórea de factura
selvática,
donde el agua de dos arroyuelos subsidiarios del río Benamor, invade
el camino encharcando y embarrando las curvas cerradas.
Tomamos el mantente
rodeados de grandiosas encinas,
en el idílico Cortijo de Los Barrancos en proceso de
restauración,
iniciamos una subida prolongada por La Umbría, pasando por las
ruinas del cortijo del mismo nombre;
vamos rodeando el pico del Buitre (1427 m);
recuperamos el resuello en el Cortijo del Buitre,
para seguir ascendiendo por
pista a la derecha desde la Punta del Farol en la Sierra del Buitre. Por la zona de Las Talas del Nevazo con cultivos
de nogales;
realizamos una corta trialera junto al Cortijo del Nevazo de Arriba
hacia una chopera anegada;
enlazamos con la pista que sube al observatorio forestal del
Reventón (1388 m), nosotros hacia abajo, a los Pinsapos, especie de abeto perteneciente
a la familia de las coníferas; también hay en la zona arces, cedros y una hilera de
sabinas.
Descendemos aprovechando todas las trialeras que acortan la
pista,
dejando atrás el área recreativa de las Calderas (desde los pobladores
árabes, se emplearon hasta cuatro calderas para curtido de pieles o destilado
de plantas aromáticas);
entre el Cerro Trompetero y la Peña del Gato, entramos
en la Urbanización Buenavista, cogemos pista hacia paraje de El Copo, un bosque
mixto de viejos olivos, pinos carrascos de alto porte y carrascas centenarias
con una antiguedad de más de 400 años.
Vemos la cercana Cueva de la Fuente del Marqués,
excavada en la época
islámica.
Las aguas subterráneas de las sierras circundantes, al
encontrarse con un sustrato impermeable, surgen en las Fuentes del Marqués a
través de cuatro nacimientos con un caudal medio de 320 l/s.
vemos las tres "sartenes",
construidas con un material rocoso, de origen biológico llamado "roca de
travertino" fruto de la sedimentación de la cal disuelta en el agua, sobre
la materia vegetal a la que con el tiempo mata; sus aguas contienen barbos,
carpas, truchas arco iris, camarones de agua dulce y galápagos leprosos.
El paraje natural de las Fuentes del Marqués con una
extensión de 17,4 Hectáreas, se halla a 2 km del casco urbano de Caravaca de la
Cruz; tiene un centro de interpretación de la naturaleza, situado dentro de la
Torre de los Templarios; se
trata en realidad de una edificación santiaguista del siglo XVI, aunque
probablemente se erigiera sobre otra anterior construcción templaria del siglo
XIII.
Encontramos higueras, abedules, fresnos, almeces y álamos entorno al
agua que se usaba también como fuerza motriz para batanes y molinos, prueba de
ello son los dos cercanos que existieron, uno de ellos aún perdura.
Información sobre encinas
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