AR Fuente del Hilo-Sendero de Peña Apartada-Casa de las Labores-Barranco del Buey-Caño de Espuña

Accedemos desde Alhama de Murcia por la carretera de Fuente Alta, al área recreativa de la Fuente del Hilo,

zona de aparcamiento con mesas, restaurante y aseos públicos desde donde parte por escaleras, 

un sendero al área de acampada 

del Campamento de Exploradores.

Enlazamos con la pista de la Umbria de Peña Apartada (Pista Forestal de La Cuesta del Marqués), para dejarla por el Sendero de Peña Apartada; 

en fuerte y empedrado ascenso,





nos conduce por un bosque de pinos carrascos primero y laricios después, 

al tomar altura



ascendiendo la cuesta de La Salvaje; 

hacemos una breve parada,



para continuar ya por pista con abundante matorral mediterráneo (jaras, enebros, lentiscos, romeros, jaguarzos, espinos negros, tomillos rojos, eléboros, cantuesos, chaparros, etc.) y pinos de alto porte, 

que nos escoltan hasta el punto más alto del recorrido donde tomamos el mantente.







Descendemos a la pista de la Umbría de Peña Apartada; 

seguimos bajando, continuamos rectos en el cruce hacia las  ruinas de la Casa de las Labores; vemos Peña Apartada



 y el “Tablón” (piedra plana que sobresale en su cumbre);

 iniciamos un zigzagueante descenso 

hacia el fondo del Barranco del Buey; 

arriba del mismo, cerca del Collado Bermejo, nace el Río Espuña, poco más abajo se le encajona en el Canal de Espuña,



rodea Sierra Espuña por la Rambla de Algeciras y finaliza en la salida del Rápido de los Molinos, después de 28 km; gran parte discurre por túnel, entre ellos, los de la Muela, Acebuchar y Cueva Luenga; de él derivan los ramales que abastecen a los municipios de Pliego, Alhama, Librilla y Totana.

Tras pasar el cercano Refugio Fuente del Sol, 

cruzamos el puente sobre el barranco, iniciando la bajada por sendero algo escondido al Caño de Espuña; un tramo arriba ha quedado cortado por la caída de arbolado; 

transitamos entre la exuberante vegetación que nos inunda, 

obstaculizando a menudo el paso, 

destacan en este primer tramo madreselvas,



durillos y trepadoras; 

en el tramo siguiente se abre el camino; pasamos junto a un puente acueducto; 

con vistas de la carretera y el Puente del Aire,





llegamos al área, donde un paciente zorro (Manolo), 

al que ya vimos al aparcar, deambula en busca de su menú, 

nosotros lo tomaremos en el Jarro de Oro, brindando por las nuevas incorporaciones al grupo y también por no haber pasado calor.





PACMA, sospecha que la familia de jabalíes que acudía a este merendero, fue presuntamente ejecutada por órdenes del mismo parque, esperemos que “Manolo” no corra esa suerte.

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