Desde Alhama de Murcia en dirección al Morrón de Espuña, por la carretera estrecha y serpenteante de Fuente Alta pasando por el Collado Bermejo aparcamos al lado del Mirador del Collado Mangueta.
Guiados por Enrique, nos acercamos 14 Andarines desde el Mirador del Collado Mangueta,

por el sendero del Pedro López a los Pozos de la nieve de Cartagena;


patrimonio histórico de la sierra y vestigio de tiempos sin electricidad (siglos XVI al XVIII), donde se hacía necesaria la construcción de grandes pozos para almacenar la nieve,
empleada en usos domésticos y distribuida en animales de carga por las localidades cercanas.
Tras observar las ruinas de dos pozos a la izquierda de la
pista, vemos poco más adelante uno reconstruido


aunque ya tiene la cúpula deteriorada por las inclemencias del tiempo en estas alturas;



nos encontramos a 6° y sopla viento del Norte.


aunque ya tiene la cúpula deteriorada por las inclemencias del tiempo en estas alturas;



nos encontramos a 6° y sopla viento del Norte.
Ascendemos por la Cuesta de la Peseta

en la pista forestal del Pedro López PR MU-63,

nos asomamos a uno de los Pozos de Eleuterio o de la Villa


y seguimos subiendo hasta el Collado Eleuterio (1.445 m),


dejamos el cruce con la pista que desciende a La Carrasca

para dirigirnos al Collado Humero por umbroso pinar.

en la pista forestal del Pedro López PR MU-63,
nos asomamos a uno de los Pozos de Eleuterio o de la Villa
y seguimos subiendo hasta el Collado Eleuterio (1.445 m),
dejamos el cruce con la pista que desciende a La Carrasca
para dirigirnos al Collado Humero por umbroso pinar.
Vemos una manada de Arruis o Muflón del Atlas que se
apresuran por los escarpes calizos del Cerro Pinos Blancos;

introducido en 1970 en Sierra Espuña con fines cinegéticos, su hábitat original es el Norte de África;

en ausencia competidores su número fue en aumento, hasta que una epidemia de sarna redujo su población en un 90% entre los años 1992 y 1994, sin embargo el éxito de su adaptación y capacidad reproductiva, hizo que se intentase equilibrar su población a 300 ejemplares mediante la caza selectiva,

hasta que una acuciante «falta de medios» obligó a reducir drásticamente las poblaciones de la pieza de caza, que durante años se ha vendido como un atractivo turístico de la Región Murciana. A los Arruis se les culpaba en época de sequía de bajar del monte para alimentarse de los cultivos, en fincas privadas colindantes a pesar de los cercados.

introducido en 1970 en Sierra Espuña con fines cinegéticos, su hábitat original es el Norte de África;
en ausencia competidores su número fue en aumento, hasta que una epidemia de sarna redujo su población en un 90% entre los años 1992 y 1994, sin embargo el éxito de su adaptación y capacidad reproductiva, hizo que se intentase equilibrar su población a 300 ejemplares mediante la caza selectiva,
hasta que una acuciante «falta de medios» obligó a reducir drásticamente las poblaciones de la pieza de caza, que durante años se ha vendido como un atractivo turístico de la Región Murciana. A los Arruis se les culpaba en época de sequía de bajar del monte para alimentarse de los cultivos, en fincas privadas colindantes a pesar de los cercados.
Vemos claramente que el vértice geodésico del Morrón de
Espuña (1583 m), se halla situado dentro del vallado recinto militar de EVA-13,



enfrente la Sierra de Las Cabras y abajo el pueblo de Aledo;



antes de llegar al Pinillo en el cruce con vistas de los Cuchillos del Bosque, el pico de La Selva y la Peñarrubia en la Sierra de Pedro Ponce, continuamos por la izquierda



para acabar de encumbrar el Pedro López (1569 m);









tomamos el mantente a resguardo del viento e iniciamos la vuelta, rodeando el Cerro Pinos Blancos por pista al track de la ida.


enfrente la Sierra de Las Cabras y abajo el pueblo de Aledo;
antes de llegar al Pinillo en el cruce con vistas de los Cuchillos del Bosque, el pico de La Selva y la Peñarrubia en la Sierra de Pedro Ponce, continuamos por la izquierda
para acabar de encumbrar el Pedro López (1569 m);
tomamos el mantente a resguardo del viento e iniciamos la vuelta, rodeando el Cerro Pinos Blancos por pista al track de la ida.
Destaca al fondo del valle, el pozo de la nieve,

al que descenderemos por escaleras metálicas;





su cúpula, no está construida imitando a las de antaño, pero tiene atractivo en su conjunto.

Volvemos al aparcamiento, echando el último vistazo al valle que se abre frente a nosotros, Prado Mayor, un lugar habitado y accesible por la pista que recorre el valle del Leiva.

Acabamos esta agradable jornada comiendo bien en Don Jamón.

al que descenderemos por escaleras metálicas;
su cúpula, no está construida imitando a las de antaño, pero tiene atractivo en su conjunto.
Volvemos al aparcamiento, echando el último vistazo al valle que se abre frente a nosotros, Prado Mayor, un lugar habitado y accesible por la pista que recorre el valle del Leiva.
Acabamos esta agradable jornada comiendo bien en Don Jamón.
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