Puntal de las Malochas-Fuente la Sabina-Collado de las Encebras-Vizcable-Presa de Toma del Río Taibilla
Aparcamos en la orilla de la carretera, tomamos unos metros
más adelante a la derecha, por pista ascendente y pedregosa entre las Lomas del
Soto y el Puntal de las Malochas;
seguimos rectos en la unión con la pista del
Alcaboche (1493 m) en la Umbría del Soto, sorteando el Arroyo del Roble;
por la
Cañada Fernando
llegamos al caserío de Casa Blanca,
tomamos asfalto aquí a la
vez que cambiamos de dirección por los Pinos del Sestero,
para entrar en la tranquila
aldea de Fuente la Sabina.
Cerca de ella, dentro de una finca privada “Sorbas”,
existen pinturas rupestres del Neolítico pertenecientes al arte levantino.
También hallaron una tumba romana realizando obras en la puerta de la ermita.
Charlamos un rato con una paisana junto al lavadero,
seguimos por carretera en acelerado descenso por la Solana y Umbría de La Mata
con vistas del Cortijo del Pocico.
Dejamos la carretera para ascender al
Collado de las Encebras;
en el descenso, cruzando el Barranco del Herrero vemos
una encina centenaria;
se abre una panorámica para dejarnos admirar la inmensidad
de la Sierra de Segura, que abarca las provincias de Jaén, Albacete y Murcia.
En el cruce de pistas seguimos a la izquierda subiendo una
rampa;
en las bifurcación con las ruinas de Gil Ruiz lo hacemos por la derecha,
vemos al fondo la aldea de Sege,
iniciamos un descenso pronunciado con sinuosas
curvas y sugerentes pedruscos,
hacia el verde valle
donde recorreremos las
dispersas viviendas que constituyen Vizcable.
Dejamos el asfalto por pista encementada cambiando
bruscamente de dirección en las Aceas, la pista transcurre por espesas arboledas
con nogales, higueras, paleras,
parrales, chopos, enebros, olivos, etc.
Un
oasis de verdor,
vacas sueltas,
agua circulando, etc.
Sucumbimos al encanto
del entorno;
envueltos en el silencio reinante, oímos al paso el rumor de una
cascada desprendida de su poza, proviene de la Rambla del Almez,
donde se
encuentra un torreón de origen árabe en la zona que pertenece a Nerpio, ya que la
otra parte de Vizcable lo es de Yeste, repartiendose la asignación de
servicios a la aldea entre ambas.
Nos creíamos dueños del lugar, hasta que una voz nos avisa, de que tengamos cuidado con sus atractivas y cercanas tomateras, otro lugareño
nos ofrece agua y conversación en vez de un plato de oreja a la brasa, resulta
que es de Castellón y está de vacaciones en casa de la familia. Tomamos la
fruta o barrita en los Belmontes y partimos de inmediato; nos sale al paso una
coquetuela ermitica,
poco más abajo las aguas bajantes han tomado una calle y
el portal de una casa abandonada a su suerte. Naturaleza en estado puro.
Vadeamos el chorrico de agua de la Rambla del Almez
también cruzamos un puentecillo sobre el río Taibilla, afluente del Segura,
domado a través de pantano y presa,
la pista llena de guijarros nos induce a pensar en las pasadas
avenidas, ya que posee un cauce nada profundo.
Otro repecho y ya estamos en la carretera de vuelta, a la
altura de un acueducto del Canal del Taibilla;
desde el Salobral a El Covacho
aprieta la pendiente y el calor,
luego un descenso hasta el pequeño Embalse del
Canal del Taibilla
donde hacemos un alto en el edificio vallado de los
almacenes de la presa.
La Presa de Toma es el dispositivo de entrada, por
aliviadero, al origen del Canal Alto del Taibilla;
mediante sus compuertas
móviles regula la altura de lámina vertiente y el consiguiente caudal en el origen
del canal.
Emprendemos la última subida, recreándonos con la bella zona
de la presa,
pasado el túnel, la corta distancia restante, se nos hacen un poco
pesada por las altas temperaturas y el hambre que nos espolea.
De vuelta
volvemos a ver a los dos cervatillos que pululan por las Casas del Pantano del
Taibilla.
Al final acabamos comiendo bien a menú, en el restaurante Malena
camino de Caravaca.
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Versión Patas Inquietas
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