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Iribas-Borda de Urtxume-Borda de Juan-Nacederos de Iribas


Accedemos a Iribas, desde la parte sur de Lekunberri por la NA-7500, tomando el segundo cruce (NA-7504), después por la derecha, aparcamos a la entrada de la población.
Un cartel nos indica la ruta tradicional de la zona, (hecha dos veces a lo largo de los años), ahora realizaremos una variante. 



Nos dirigimos hacia la iglesia parroquial de San Juan Bautista (siglo XIII), destaca su torre campanario adosada al muro, 


se le añadió la sacristía, protegiendo la entrada con un pórtico pétreo de triple arcada sobre pilares.


Las casas de Iribas son muy grandes, de piedra, con cubierta a dos aguas y entradas en arco, fachadas con  balconadas; 


la planta alta se destina a vivienda; en la baja se instalan siempre graneros y establos, a veces talleres, lagares y ferrerías.


En la Edad del Hierro se crearon los castros, en el medievo los caseríos, como parte de una comunidad más amplia: la aldea. 


En la actualidad no existe ningún caserío de más de 500-520 años. 


Hasta entonces sólo hubo cabañas. La paz social impuesta por los reyes a sus señores feudales, 


la instauración del mayorazgo, donde el primogénito varón heredaba la propiedad, asumiendo el nombre de la casa y la responsabilidad de dar continuidad


 (el resto de hijos varones de la familia, se vieron forzados a emigrar o trabajar para el hermano mayor; la administración del caserío solía correr a cargo de las mujeres de la familia), 


la tecnología en carpintería (de armar el esqueleto en roble de los maestro suabos del sur de Alemania) y cantería importada de Europa, propiciaron el florecimiento del caserío moderno.


A la salida del pueblo, junto al paso canadiense, 


descendemos entre avellanos 


al vallecillo que conforma el cauce seco, 


comprendido entre el sumidero Ertzilla y el renacimiento del río Larraun (Antiguamente río Lecumbegui y ahora Ercilla en su primer nacimiento). 



Pasamos junto a la sima Lezegalde, protegida por murete de piedra circular, conocida como cueva de Iribas, forma un conjunto de galerías y bóvedas que el río Ertzilla excavó tras sumergirse por el sumidero Erzilla. Requiere material de espeleología.


En el cruce, seguimos pista a la izquierda dejando atrás la depuradora; 


cambiamos de dirección por el ramal de la izquierda, entre praderas de siega y cultivos forrajeros, con setos de fresnos y avellanos tomando altura progresivamente,




la pista, en muy buen estado, nos lleva a la Borda de Urtxume con chabola de pastor, 



continuamos por la izquierda entrando en un profundo hayedo de fustes rectos,



con abundantes sumideros que denotan la morfología kárstica de la zona.


Vemos una manada de Jacas Navarras, 



nos dan paso junto a una charca; 


pasada la misma, torcemos por pista en desuso a la derecha cambiando de dirección, jalonan el camino embarrado, algunos viejos castaños afectados por un hongo microscópico, el “Phytonthora cambivora”, 


produce en los troncos unas manchas parecidas a la tinta, al reaccionar el tanino de los tejidos destruidos con las sales del hierro del suelo; 


la frondosidad de la masa forestal impide la entrada de luz solar. 


El sendero invadido por la vegetación, desemboca en la pista a la Borda de Juan. 


Enfrente de su portilla seguimos por sendero 



entre abetos jóvenes de Douglas o pino de Oregón,


 importados para nutrir al sector maderero al igual que el eucalipto, pinus radiata, roble americano (Quercus rubra), castaño japonés (Castanea crenata) e incluso secuoias (Secuoia Sempervivens).


Dejamos la pista 


por una senda en acusado descenso por un prado


 hacia el paredón rocoso 



donde nace el manantial de Aitzarreta que origina el río Ertzilla y Basakaitz (bajo el pueblo de Iribas, a través de varios manantiales formando el nacedero del río Larraun), 





es una de las muchas filtraciones del agua en suelo calizo, que desaguan en los nacederos como este de Iribas.



Vemos una toma de agua para Lecumberri 


y las ruinas de un viejo molino harinero, funcionó hasta principios del siglo XX, moliendo trigo y maíz para los habitantes de Iribas y Baraibar 


(ya que desde el siglo XVII el Molino Alliko Errota o Molino de Alli, abastecía de harina a todo el valle de Larrau. Desde 2017 el Molino de Alli es una Casa Rural alquilable). 


Las gentes del entorno se dedicaban a la agricultura cultivando legumbres, patatas, habas…, a la cría de ganado lanar, caballar y vacuno; cazaban jabalíes, corzos, liebres… y pescaban truchas.


Retrocedemos unos 200 m, giramos a la derecha por las campas de Aiztondo paralelos al Ercilla, 




el sendero arbolado nos permite ver en el fondo del cauce, las ramas acumuladas del sumidero, donde desaparece el río tras 1 km. 




Salimos a la pista de Sarbil que hicimos de ida, la seguimos por la izquierda de vuelta a Iribas.

 





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