Salimos hacia el Suroeste;
cambiando pista por sendero hacia
el Sur,
cortamos Rambla Paciencia; por pista a la derecha describimos un arco,
vemos una vieja bota a modo de hito en la bifurcacación,
seguimos por sendero a
la izquierda; enlazamos con otra pista; llegamos a la curva donde hay un cruce
de pistas, no seguimos rectos, pues conduce a la finca privada de Torre Isabel
o del Tío Calavera, lo hacemos por la principal a la izquierda.
Vamos atentos al track para abandonar la pista por traza
senderil,
nos conduce, no sin cierta dificultad, entre alguna encina, acebuches
y pinar,
hacia la alberca, fuente de agua de suministro a la finca de Torre
Isabel;
me acerco al aljibe abandonado;
de vuelta
volvemos a echar mano al
track, para desviarnos a la derecha en 120 m, por sendero en ligero descenso.
Antes de cruzar un ramblizo, emprendemos una subida
paralelos al mismo; aunque caminamos brevemente junto a su complicado cauce,
hemos de iniciar un corto y contundente ascenso,
para llegarnos a una pared arenisca
erosionada alveolarmente,
que presenta la peculiaridad de tener varias conchas
de molusco,
incrustadas o semienterradas entre sus oquedades;
el descenso lo
hacemos con mucha precaución. Tomamos el plátano y vemos que se ha perdido el paso,
el sendero
invadido por árboles caídos entre la tupida y enmarañada vegetación, prácticamente
ha desaparecido;
nos obliga a improvisar monte través,
hasta enlazar con la
pista, que también se halla algo perjudicada.
Las vaguadas se encuentran selváticas y la pista
obstaculizada;
con las piernas arañadas, el pelo con agujas de pino y las
zapatillas llenas de tierra y ramitas, además del sofocante calor, no acabamos
de entender si estamos disfrutando o padeciendo, lo que si damos por seguro, es
que nos apetece más de una cerveza bien fría.
Alcanzamos la casa en ruinas con su algarrobo y el entronque
pistero,
nos lleva en descenso junto a un talud de paredes erosionadas,
a la
entrada de una pequeña cantera o antigua cata y el cruce, para internarnos por
la Rambla Paciencia;
nace a unos 500 m de altitud, sobre el paraje reconocido
por Las Canteras, desciende por el Cerro de Cueva Colorada, Salabosque y Casas
del Valle, hasta la urbanización de la finca de La Paloma, desembocando en la
Rambla del Puerto.
Vamos rodeando el Cerro de Cueva Colorada (277 m), hacemos
un trecho corto por el cauce de la rambla, para salirnos por la senda que
transcurre paralela a la misma;
enlazaremos con el camino de la ida; iremos
siguiendo el track, derivando en los múltiples cruces o cambios de dirección,
de vuelta al aparcamiento del Valle Perdido.
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