un huertano cagando sin
belén
y una huertanica montada en mula;
desde el Lugar de Casillas progresamos
bordeando Monteagudo,
la pedanía de La Cueva,
Esparragal y Laderas del
Campillo, cruzamos la A-4 para entrar por el Camino de los Fructuosos en el
Coto Cuadros.
Pasada la Rambla de Cañada Ancha, al cruce siguiente,
cambiamos de dirección en ascenso hacia la Loma del Pocico;
hay tramos con
grandes charcos pero las pistas están sin barro. Vemos a los encargados de las
labores de mantenimiento del coto, despejando de matorral las veredas de los
caminos.
En la cara Sur de la Loma del Pocico llegamos a un cruce de
pistas, mis compañeros marchan por el sendero de la derecha, yo hago recto una
trialera corta pero con buena pendiente de bajada;
mientras espero en la
pista, veo multitud de Milpiés o Gusano
Alambre (Ommatoiulus Rutilans). Tienen dos antenitas en la cabeza que les ayudan
a guiarse, al no disponer de ojos, se alimentan de materia vegetal y restos de
animales muertos,
buenos recicladores, ya que devuelven sustancias químicas al
suelo para que las plantas vuelvan a utilizarlas; no pican pero cuando son
acosados, se enroscan en espiral segregando una sustancia irritante para
algunas personas.
Continuamos hacia las ruinas de la Casa Forestal de La
Calarria
donde hacemos un alto para posar ante las cámaras en vez de tomar la
barrita.
Ascendemos brevemente para bajar por la Senda de la Mañosa, mis socios
no quieren embarrarse o hacer técnico y quedamos a su salida.
Ni se trata de
una senda trialera ni tiene barro (ya la hemos hecho varias veces),
junto con
la Rambla de Torregorda es lo más interesante del coto Cuadros.
Tras la larga espera,
deduzco que han trazado por otro camino y me dirijo a la casa Forestal del Coto
Cuadros,
cercana a la misma ya hay cobertura y resulta que convergemos allí.
Poco más adelante nos separamos de Juan y buscamos de vuelta
zonas de huerta, poco tráfico y nombres dignos de figurar en un “casting”
huertano: Merancho, Orilla de la Azarbe, Cabecicos, Llano de brujas…
En el
carril Bascuñanas volvemos a retratar el
molino de un restaurante que tanto nos distrae.
La Huerta Murciana parece un
Edén como dice el Bolero a Murcia:
Se está vistiendo la huerta de oro, rubí y esmeralda
como si fuera una novia, la hermosa
huerta murciana,
hay sauces arrodillados, entre naranjos en flor
y en los almendros parece que al
amanecer nevó,
Murcia, cachito de cielo que Dios una
tarde se dejó caer
y de ese cachito nació el más bonito, el
más primoroso y florido vergel,
limoneros verdes que se vuelven de oro,
senderos de rosas se ven por doquier,
naranjos que sueñan con marchas
nupciales,
la huerta murciana parece un Edén,
camino del Santuario, Santuario de la
Fuensanta,
se oye un concierto de trinos anunciando
la mañana,
el lucerito del alba hoy está
trasnochador,
quiere ver la romería antes que la vea
el Sol,
El día también acompaña junto a la agradable temperatura.
Pasamos junto al nuevo local de Pepe “El Borrascas” buscando en el Rincón de
Los Garcías el precioso Carril Torre,
elevado sobre los cultivos y rodeado de
arbolado;
por la Acequia de Benetucer
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