El paso del Noroeste murciano

El paso del Noroeste es la ruta marítima que bordea Norteamérica por el norte, atravesando el océano Ártico; fue uno de los mayores objetivos de los exploradores marítimos en décadas, sin embargo todos ellos acabaron derrotados trágicamente por el frío extremo, hasta 1906, cuando lo consiguió Roald Amundsen.



Me encontraba visionando la serie basada en el libro de Dan Simmons “El Terror”, inspirada en la trágica expedición ártica del capitán Franklin que buscaba el paso del Noroeste,



cuando Fernando me propone hacer en bici la Vía Verde del Noroeste de la Región de Murcia hasta Bullas, su pueblo, comer en ruta y volver a Murcia, nos pareció una pasada de km, máxime cuando proyectábamos realizar la ruta lineal hasta Caravaca, para volver en autobús o al día siguiente.



El reto, puesto en conocimiento del grupo Pedaleando por la Vida, obtiene un éxito inusitado, acabando por salir 12 de nosotros desde distintos puntos, metas y tipos de bicis (8 btt, 3 eléctricas y una de paseo hibrida).

Es una ruta acondicionada para usuarios no motorizados, aprovechando el antiguo trazado ferroviario entre Murcia y Caravaca de la Cruz, de 78 km. Hasta Bullas y vuelta nos salieron 140 km. Este es el reportaje de nuestra pequeña hazaña.

Cuando se proyectó convertir la línea del antiguo trazado ferroviario entre Murcia y Caravaca de la Cruz en vía verde, los técnicos descubrieron que la autovía, carreteras, urbanizaciones y sembrados habían cortado, invadido o apropiado tramos del trazado original, cerrado desde 1971 cuando dejó de funcionar este ferrocarril.
En 1998 el tramo Baños de Mula-Caravaca de la Cruz fue acondicionado como Vía Verde, y en 2011, entre Baños de Mula-Murcia (Campus de Espinardo).

No partimos del Campus sino desde el Auditorio,



incorporándose el resto en el puente del Inacua, la Contraparada y el apeadero de la Ribera de Molina.

La vía verde en Molina de Segura constituye el tramo final del Camino de Levante, un camino de peregrinación cuyo destino es la ciudad Santa de Caravaca de la Cruz,



reconocida mundialmente como "lugar santo" por el Vaticano, pues puede celebrar el Año Jubilar a perpetuidad cada siete años.





Nos conduce hasta el puente de hierro de entrada a Alguazas, donde ascendemos por la pasarela metálica para cruzar la línea ferroviaria Madrid-Cartagena;











pasamos entre la depuradora de aguas residuales y el Embalse de Los Rodeos, realizamos la primera parada en la Estación de Los Rodeos









(Rodeo Primero o Huatazales, más información en la ruta: Rodeando el Embalse de Los Rodeos); nos despedimos de los que tienen compromisos y han tenido la gentileza de acompañarnos un tramo, dándonos ánimos y deseando suerte.

Salvamos por viaducto el Barranco Marín,



estamos en una zona de “badlands”, se forman en áreas de infrecuentes pero intensas lluvias, produciéndose una erosión devastadora ante la ausencia de cobertura vegetal, conforman un tipo de paisaje de características áridas, debido al clima semidesértico.

Cruzamos la carretera de Alguazas a Campos del Río donde llegamos, vamos paralelos al río Mula, seguimos a la estación de Albudeite,



tomamos el mantente en las ruinas del apeadero de Los Baños de Mula.

Ruta relacionada: Baños de Mula

Pasamos La Rambla de Perea,









vemos al fondo la fortaleza de Alcalá, enclave estratégico de origen islámico y punto de control de las vías de comunicación, elevada unos 120 m dominando la comarca de Mula



la vía transcurre entre taludes entrando en la Huerta de La Puebla,





pedaleamos delante del apeadero de la Puebla de Mula



cruzamos el puente sobre el río Mula





dejando a nuestra derecha una casa señorial de estilo morisco.



Seguimos por el antiguo trazado sin pasar por el centro de Mula,



ascendemos un trecho por la carretera, hasta enlazar nuevamente con la vía en el apeadero del Niño,



entramos por cuatro túneles, comienza a lloviznar.







Cruzams por varios puentes







hasta llegar a Bullas.

Tomamos un aperitivo celebrando el santo de Fernando, nuestro guía y valedor por estas tierras de vides, almendros y frutales.



Volvemos a la vía verde, cogiendo velocidad por la pendiente, para cubrir los 10 km que nos separan de la ermita del Niño del Balate;



del siglo XVIII y de estilo barroco, según cuenta la leyenda, en este lugar se le apareció por primera vez Dios Niño a un pastor en el año 1648; se convirtió en Fray Pedro Botía,



y años después, en un viaje a los Santos Lugares, conoció al Conde Lemos que le introdujo en la Corte madrileña, llegando a ser consejero del hermano de Carlos II;



así consiguió que se construyera el Monasterio de La Encarnación en Mula, donde se empezó a rendir culto al Niño.

Tomamos un excelente menú en Casa Paco (El Niño de Mula),





con calor y cierta pereza nos toca pedalear de nuevo, menos mal que la vuelta es cuesta abajo;













después con dolor de culo más que de piernas,





vamos retrocediendo etapas,











cubriendo km, hasta que nos separamos a partir de Molina de Segura y el apeadero de la Ribera de Molina. Satisfechos y triunfantes de tamaña gesta, nos preguntamos cual será el siguiente reto.

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