Salimos por el paseo peatonal cruzando el puente hacia la
zona de Recreo Peral,
subimos las escaleras hacia el Barrio del Castillo
con la
creciente sensación de ser observados;
coincidimos un trecho con la ruta de
ayer por la Hoz del Río Júcar,
hasta el cruce que nos deriva hacia la Hoz del
Río Huécar;
el empinado acceso junto a las paredes de la muralla
termina junto
al Arco de Bezudo del siglo XVI, entrando en el Barrio del Castillo por el
Camino de San Jerónimo.
Bordeamos el aparcamiento
siguiendo la carretera CUV-9141 durante
2,3 km, transitamos por su arcén peatonal con vistas de la Hoz del Huecar y la ciudad de
Cuenca;
pasamos una zona con sabinas de alto porte,
para iniciar desde un
mirador la bajada zigzagueante al Sendero de Los Hocinos.
Llegamos al sendero
junto a una zona de agua encharcada.
Se denomina hocino al terreno situado en la ladera de la
hoz, sobre el que se ha construido una casa con huerto.
El más famoso y al que
nos dirigimos, se halla en ruinas, es el de Federico Muelas, escritor y poeta
conquense.
El convento de San Pablo se edificó sobre uno de los hocinos.
El
recorrido por senda bajo las pétreas paredes, transcurre entre la abundante
vegetación y las albercas privadas de los propietarios de estos hocinos;
estas
fincas cada vez más valladas, afean el precioso y florido paisaje huertano.
Seguimos un canal soterrado
e iniciamos la subida al primer
mirador,
siguiendo un corto tramo, pasamos por el segundo para volver a
descender por el SL-CU 10 a la Senda del Hocinos de Federico Muelas,
escaleras
abajo
investigamos brevemente sus ruinas;
proseguimos bajo el Casco Viejo de Cuenca,
con vistas del convento y puente de
San Pablo
y las Casas Colgadas;
su origen se remonta al siglo XIV, el
Ayuntamiento las compró para salvarlas del derrumbe, reformándolas en su totalidad;
las tres que quedan, Casa de la Sirena (Alberga un restaurante) y Casas del Rey
pueden ser visitadas (en su interior se haya el Museo de Arte Abstracto
Español).
Antes de llegar a la Plaza Mayor,
comimos de tapeo en el Bar
Albero (destacable el paté de perdiz),
pasamos junto a la casa consistorial
(Barroco), sede del ayuntamiento de la ciudad y la Catedral de Santa Maria La
Mayor o de Nuestra Señora de Gracia,
comenzada a finales del siglo XII, tuvo
varias reformas, ampliaciones y variaciones en su estilo gótico normando y
aportaciones como el plateresco, cisterciense o barroco después.
Descendemos
desde el Convento de Las Petras,
por la Calle Severo Catalina
al Santuario Nuestra
Señora de las Angustias,
construida en el siglo XVII en estilo barroco sobre
otra anterior del siglo XIV.
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