Ermita de Lo Pareja-Badlands de Los Estrechos-Badlands del Puerto de la Cadena-Senda de Los Barrancos-Rambla del Bosque
partimos 23 Andarin@s
Caminando por la Vida, en dirección contraria al trazado de la autovía
Murcia-Cartagena por la derecha (Vereda de Torre-Pacheco en dirección al
Caserío de Lo Pareja);
haciendo un recto en el cruce a la Finca La Constancia,
pasamos por la Ermita de Lo Pareja en ruinas y con grafitis,
estuvo celebrando
misas el cura que vivía junto a la familia de la casa, hasta el inicio de la Guerra
Civil Española;
en el año 1968 la familia se trasladó a Baños y Mendigo, al no
disponer de los servicios más elementales en este desolado paraje.
La abandonamos para dirigirnos rectos al Estrecho de Cañada
Honda, ascendemos por la izquierda hacia El Acantilado,
un escarpe rocoso con
buenas vistas desde su cumbre;
descendemos por sendero poco definido y monte
través,
para enlazar con la pista que no tomamos antes; nos deriva hacia el sur
permitiéndonos iniciar la subida por la primera Rambla de Los Cabezos con suelo
de roca;
le sigue una zona aterrazada
y
la segunda Rambla de Los Cabezos,
cuajada de grandes pedruscos erosionados, aflorantes
del antaño fondo marino;
por delante tenemos El Estrecho y la Sierra de Los
Villares; cambiamos de dirección hacia la Solana del Cerrillar.
Por sendero de cazadores
y pista, que dejamos girando a la
derecha campo través, vamos hacia los incipientes Badlands de Los Estrechos,
el
dique a modo de muro de contención está destruido parcialmente;
la vegetación
nos hace ir pendiente del terreno y la trazada, sorteando Thapsias garganicas (falsos hinojos);
su raíz es un
fuerte purgante (usado también para pescar atontando a los peces al impregnar
las aguas);
en forma de emplasto se aplica como revulsivo en lumbago, ciática,
etc; descubierta por los romanos en la Isla de Tháspos (Siracusa, Sicilia), apenas
se emplea hoy día por su difícil manejo.
A modo de hitos, las
boñigas de los caballos de la Finca La Constancia, usuarios de la zona, nos van
dirigiendo a la pista
hacia el próximo caserío en restauración,
donde tomarnos el
mantente de las 11 h.
A su salida,
pasamos junto al aljibe,
rebajado de planta circular, con cúpula de casquete y brocal de planta cuadrada; los brocales se cerraban con puertas ciegas,
al agua se le añadía frecuentemente una pequeña adición de cal, para impedir que se desarrollen larvas de mosquito. Su sistema de extracción consta de una garrucha metálica y roldana de madera;
para continuar por
sendero paralelo a la pista,
más adelante saldremos a la misma para continuar por
un sendero a la izquierda, descresta una loma,
ofreciendo el espectáculo visual
del Mar Menor en días despejados.
Descendemos con cuidado,
para cortar la pista abajo y
encaminarnos hacia las ruinas de un pequeño acueducto,
lo sobrepasamos por la
derecha, entrando por la parte ancha del embudo que forma este valle ramblero,
propiciando el fenómeno de los «Badlands»,
el pueblo indio Lakota lo denominó
«malas tierras».
Se forman en áreas de infrecuentes pero intensas lluvias y
escasa vegetación, produciéndose una erosión devastadora.
Los Badlands del Puerto de la Cadena son un tipo de paisaje
de características áridas,
debido al clima semidesértico y erosionado por las
avenidas de agua de lluvia, al precipitarse en pendiente sin cobertura vegetal que
la frene,
también influye la composición de la roca blanda y tierra rica en
areniscas, arcilla, margas, caolín o yeso,
dando lugar a la formación de
cañones, cárcavas, barrancos y canales que desembocan aquí en una rambla.
Una vez encajonados,
empezamos por la derecha explorando el
terreno horadado con pequeñas cuevas, paredones, callejones de formas
caprichosas,
desplomes recientes que rápidamente coloniza la vegetación, etc.
Iniciamos
la salida
de este sorprendente barranco ramblero,
siguiendo hacia el Este
por
la pista degradada,
eludiendo las zonas afectadas por los derrumbes recientes
de tierra; sobrepasan continuamente la zona de seguridad e iremos mirando bien
donde pisamos.
Nuevamente las boñigas de caballo, nos marcan cual track
certero, el camino a seguir entre el matorral y la tierra arenosa;
llegaremos al fin por traza
senderil cada vez más marcada, al inicio de la ascensión
por la Senda de Los Barrancos;
cogemos altura
divisando las Sierra de Los Villares y Columbares,
para terminar
en pista;
la seguimos por la derecha, para desviarnos
por el primer sendero a mano izquierda bajando por toboganes; en el cruce de
senderos, antes de llegar a la Casa Colorada o del Comandante, continuamos por la derecha transitando por la
entretenida Rambla del Bosque;
nos saca a la pista de la Cantera;
por su
izquierda cruzamos la Rambla del Puerto, de vuelta paralelos a la autovía
hasta
el aparcamiento. Algunos afortunados se quedaron disfrutando en la Venta,
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