Accedemos desde la Autovía Murcia-Albacete en dirección Jumilla por la A-33, salimos por la NA-344 hacia el centro de la ciudad por la Avenida de Murcia; en la primera rotonda, con las letras de JUMILLA,
tomamos la
1ª salida junto al ALDI en dirección al Polígono;
con vistas del Cervino
murciano al que nos dirigimos,
llegamos a la rotonda del reloj,
continuamos por
la 2ª salida (Camino de los Franceses); en la 3ª rotonda chatarrera,
cogemos la
primera salida por el Camino de Los Colorados,
seguidamente a la izquierda en
100 m (1ªbifurcación sin asfaltar); luego a la derecha en 200 m (2ª bifurcación);
continuamos rectos 1,2 km, para torcer a la izquierda y aparcar en una
explanada a 870 m (con el tramo final en mal estado pero apto para turismos).
Con frio y viento, 22 Andarin@s guiados por Enrique,
emprendemos marcha hacia
la pista de la torre eléctrica, en unos metros derivamos por la derecha a la
altura de unos hitos; por sendero faldeamos lindando con los cultivos de secano;
un cambio de dirección por el atochar,
nos enfrenta con las altas paredes
que luce la cara sur de la Sierra del Buey;
en apariencia, no parece haber
camino que posibilite la ascensión,
pero la “senda de lim”
serpentea entre matorral y roquedo tomando altura
rápidamente;
nos va poniendo
a prueba con una trepada.
Recuperamos el resuello momentáneamente, junto a unas
formaciones rocosas a base de piedra estratificada, apuntalada a modo de lajas,
donde echar a volar … con la imaginación,
a la vista de las covachas y oquedades a modo de sepulcro vertical (nos recuerdan los enterramientos Neandertales).
a la vista de las covachas y oquedades a modo de sepulcro vertical (nos recuerdan los enterramientos Neandertales).
Paso a paso, giro a giro por cornisas,
nos aproximamos al
final del muro; existe la posibilidad de eludir por la izquierda el Paso del
Cable,
si el apremiante vértigo nos domina; en nuestro caso lo hacemos por la
derecha,
asiéndome a la sujeción cual
pelea de ciegos;
las sensaciones son intensas,
las vistas acojonantes, alguna cara todo un poema; la satisfacción final tan elevada como la altura conseguida.
las sensaciones son intensas,
las vistas acojonantes, alguna cara todo un poema; la satisfacción final tan elevada como la altura conseguida.
Si alguien tomó anteriormente el otro sendero, dando un rodeo para evitar las
cuerdas, le toca juntarse ahora con el resto haciendo un descenso.
un empinado estrecho entre dos paredes rocosas cercano al cordal,
Coronamos junto a la Cruz Verdu,
coloco en homenaje a uno de sus compañeros fallecidos.
pasamos por el vértice geodésico del Buey (1087 m) donde
sopla un viento helado, algo desagradable de aguantar, mientras formamos en
equipo para las fotos de grupo.
Aristeamos un tramo,
observando las cercanas sierras
circundantes, esquivas a la vista por el día neblinoso,
no así los
aerogeneradores encumbrados enfrente nuestro;
nos movemos bajo la
Umbría de la Jimena entre almendros, pinos y olivos amparados por el Cerro del
Oro
nos vemos obligados un tramo corto, a pisar
pista recientemente labrada en el Lazareto;
nos devuelve al aparcamiento.
Rematamos la faena comiendo mejor
que bien en el Bar Levante de Jumilla.
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