Riopar-Toma del Agua-Pino Gordo del Toril-Cuerda, Pico y Alto del Gallinero-Cortijo del Manojal-Arroyo Gollizo
Partimos en fría mañana y baja niebla espesante por la pista
del Gollizo, para desviamos seguidamente por el Camino de Riopar,
pasando por
la Loma del Pajar,
hacemos una breve parada en el abigarrado Cortijo del Ojico;
desde los Tornistales, al final del carril, ascendemos por una corta trialera
hacia el Cerro del Manco, para conectar con el sendero a las Cabañas Rurales de la
Toma del Agua;
disponen de alojamientos con capacidad de dos a seis personas, instalaciones
deportivas y tres albergues de veinte personas cada uno para colegios o campamentos;
cruzamos por sus instalaciones,
salimos a pista rodeando una de sus cabañas,
justo cuando iniciamos la subida por una larga escalinata.
La pista en la Sierra del Agua se torna ramblera,
va cogiendo
altura entre Los Molares y La Torrecica,
para convertirse en sendero encrespado
hasta el collado (1463
m),
aquí cede en desnivel y aumenta su belleza. Tras Los Pelados, entroncamos
con la pista
y posterior sendero por denso pinar,
con sotobosque de helechos, retamas,
musgo y algunas setas
al Pino Gordo del Toril;
pino laricio de 25 m de alto por
5 de diámetro;
el grosor de sus ramas inferiores, supera a los troncos de los que
lo rodean.
Dejamos este rincón tan encantador como sombrío, donde se
respira de maravilla con un sutil aroma a bosque; en el Collado del Judío,
cortamos
brevemente la Cuerda del Gallinero, donde cambiamos de dirección entre endrinos,
espinos y retamas,
para aventurarnos entre las grietas calizas de este paraje kárstico;
andamos sorteando el roquedo del torcal por los calares en el Alto del
Gallinero, salpicado de pino Negral y Laricio,
con magníficas vistas,
coronamos
el vértice geodésico del Pico Gallinero (1629 m).
Comemos los bocatas, deleitándonos con la extraordinaria
visión de escandalosa belleza, del
Almenara, Padroncillo, Sarga, el cortado de Los Chorros del Río Mundo (Parque
Natural de los Calares del Mundo y de la Sima); las Sierras del Cujón, de
Segura, Larga y Seca,
mientras nos sobrevuelan majestuosamente hasta 11 buitres
leonados;
quedamos cautivados y sin ganas de levantar vuelo tras la comida.
Iniciamos el descenso
para continuar cresteando,
disfrutando
de este privilegio ecológico y paisajístico sin par, en un recorrido mágico.
Rafa,
conocedor de la zona, haciendo de zapador, abre camino entre escarpados
roquedos, dando algún consejo de paso,
nos indica un pequeño destrepe en el km
10 (junto a un pino solitario), en la única ocasión que hemos descendido un corto
trecho; si no queremos arriesgar, bajaremos otro poco sin pasar por este
tramo, para luego recuperar altura.
Ascendemos hacia un roquedo amesetado,
con una pequeña
dolina
y ocultos miradores,
donde nos haremos las fotos más espectaculares junto
a los “Pijos Albaceteños” con el Calar del Mundo como telón de fondo;
abajo,
Riopar nos espera;
dejamos la trocha y vamos bajando monte través,
hasta
enlazar con la pista en desuso hacia el Cortijo del Manojal;
tocemos a la
izquierda en su proximidad,
buscando el barranco del Arroyo Gollizo,
para
descender por el sendero de La Terrera;
con fuerte pendiente, nos saca bajo la
Peña del Gallinero
al Cortijo de la Limonera (antiguo Cortijo del Alguacil).
Enlazamos con la pista de acceso: Por la derecha a la cantera en Las Talas
y el Villar; nosotros a la izquierda hacia el Gollizo; la seguimos un
trecho, para desviarnos hacia la pista de entrada a una cortijada; en la curva
de llegada, continuamos recto siguiendo una traza senderil y caballar, transcurre
por ralo encinar primero
y choperas después;
vadeamos el arroyo del Gollizo,
llegando a las ruinas de una antigua fábrica de luz;
bordeamos la balsa en el
cruce con la finca Ponderosa;
por buena pista con acueducto de aguas y ruinas
de molino, nos deja en el aparcamiento.
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