Huerta y pueblo de Ricote-Mirador de Solvente-Sierra del Salitre-Castillo de Los Peñascales-Barranco de las Ánimas
Nuestro objetivo será ascender a la fortificación denominada
de Los Peñascales en época medieval, ubicada en la cresta de un cerro de la Sierra
del Salitre,
dominando el Valle de Ricote o valle morisco: se extiende por los
municipios de Cieza, Abarán, Blanca, Ojós, Ricote, Ulea, Villanueva y Archena; su
denominador común, el Río Segura (en latín Thader, en árabe Oled Al abyad -río
blanco-) ha dotado de fértiles huertas a su paso por este precioso valle.
Cruzamos la carretera para ver el olivo monumental
(acebuche) en la fértil Huerta de Ricote,
testigo de acontecimientos relevantes
históricos,
está considerado como el árbol más antiguo de la Región de Murcia
(1400 años).
Seguimos el itinerario señalizado como Tramo Ojós-Ricote entre almendros,
limoneros, olivos, higueras, granados, palmeras y naranjos;
pasamos por el
canal entubado del postrasvase.
Salimos a la Calle Alharbona, por la izquierda seguimos unos
metros y torcemos por la Calle Manuel de Falla, donde se halla el Mercado de
Abastos y la Comunidad de Regantes; continuamos rectos por la Calle Fco. G.
Javaloyas, apreciamos la iglesia de San Sebastian, barroco murciano del siglo XVIII, construida a expensas de la Orden de Santiago sobre una antigua mezquita;
a continuación, el Palacete barroco de los Llamas (Casa de los Álvarez
Castellanos)
construido en 1702,
admiramos su gran balconada de forja labrada y el blasón con la cruz de la Orden Militar de Calatrava;
continuamos desde la
Plaza arriba
para bordear la población por la zona alta,
siguiendo el sendero Vereda
de Ojós por el Carrerón PR-MU 8.1;
nos permite ver el yacimiento arqueológico,
alberga ocho sepulturas en el cementerio
musulmán Cabezo del Algezar, albergó
un poblamiento andalusí entre los siglos XI y XIII (maqbara o makbara
es la denominación que reciben los
cementerios y necrópolis musulmanas);
en el año de la conversión de los
mudéjares al cristianismo (1501) y del traslado del lugar de enterramiento a
las iglesias parroquiales y a los cementerios erigidos junto a ellas, no pudo
evitar la Orden de Santiago que los moriscos siguieran enterrándose en los
cementerios musulmanes.
El sendero desemboca
en la Senda de Los Moriscos (PR-MU 8) junto a un antiguo horno o calera (como
un silo pero con una abertura inferior),
ya que estamos en un área de
yeseras (Cabezo del Aljezar lo denominaban los árabes y significa “lugar rico
en yesos”); las piedras de yeso (aljez), asociadas a la caliza, se cocían en
hornos creando óxido de calcio (cal), mediante la calcinación de la piedra
caliza a 900 grados, se trituraba y transportaba para su venta.
Hacemos un tramo de
pista morisca
hacia el AR Mirador de Solvente;
en el límite con la
Sierra del Salitre, vemos al fondo la Sierra de La Navela y la del Chinte, el
canal del trasvase Tajo-Segura, además del Castillo de Ricote al que nos
dirigimos.
Cambiando de dirección
tomamos un antiguo canal,
salva el
collado sobre el subterráneo paso del canal del trasvase por la Sierra del
Salitre;
el sendero vallado asciende zigzagueante desde el mirador del
polideportivo de Ricote, apoyado por escalones de piedra o travesaños retirados
de las antiguas vías ferroviarias;
nos permite ir cogiendo altura con
imponentes vistas; pasamos por una calera
junto al collado del Rincón del Cojo
(390 m), separa la fortaleza de la cumbre principal, de la Sierra del Salitre (470
m).
Dejamos atrás un mirador,
trepamos por los últimos escalones
a las ruinas del Castillo de Los
Peñascales (Al-Sujayrat o Al Sujur),
emplazamiento relevante para la defensa de
las gentes de Ricote y custodia del ganado,
se remonta a la época musulmana,
usado tras la incorporación del reino de Murcia a la Corona de Castilla, dependiendo, según encomienda, de la orden militar santiaguista.
Conforma un rectángulo
irregular, con aproximadamente 100 m de largo por una anchura media de 50 m,
distribuidos
en tres sectores separados por sucesivas líneas amuralladas.
Los zócalos de los
muros se construyeron a base de mampostería trabada con cal y los alzados mediante encofrados de argamasa o de tapial
de tierra.
Tomamos el mantente e iniciamos el descenso extremando la
precaución,
ya que aquí arriba no disponemos de vallas protectoras, estamos
expuestos a sufrir una caída si abandonamos el perímetro de seguridad. Veo a la
izquierda junto al camino, entre la maleza, detrás de un pino, el aljibe rectangular
del castillo formado por bloques de piedra.
Pasamos entre las pistas deportivas y el canal del trasvase,
camino del cementerio (Vereda de Ojós);
bajamos cruzando el Barranco de las
Ánimas,
seguimos por senda
salvando el puente del cementerio al aparcamiento.
Comentarios
Publicar un comentario