Accedemos desde Riopar por la CM-412 hacia Salobre y Reolid,
aparcando la Autocaravana junto a la Casa y Molino de Prado Grande (38°33'5.69"N 2°30'2.78"W).
Andamos los primeros 470 m por carretera sin tráfico, hasta el inicio de
la pista en Los Poyos (Camino de Santiago),
vemos la Fuente de las
Albercas;
la ancha y monótona pista forestal, en suave ascenso, nos lleva al
Collado de los Chaparros,
para iniciar el descenso, con la escarchada
vegetación de umbría,
hacia el valle del río Angorrilla.
Al cruzar el puente de la Vereda (Km 6),
seguimos a la derecha bajo el
restaurado Cortijo del Turrero; la pista "Cañá de la Verea" de buen firme,
transcurre paralela al
río entre pinos, choperas y encinar,
donde andar es un auténtico placer, acompañados
por el único sonido de algún salto de agua del
Angorrilla; dejamos en curva las ruinas del Cortijo de la Blanca;
el valle se
ensancha en el Cortijo de Andrés y su nave ganadera,
donde confluye el Arroyo
de las Torcas (Km 8);
poco más adelante, tomamos los bocatas bajo dos encinas, acariciados
por el tímido sol matutino.
Proseguimos embelesados con el paisaje,
cuando oímos ruidos
varios; una cabaña ganadera,
se desplaza por la cañada;
tuvimos que esperar un buen rato a que pasaran vacas ramoneando, toros nerviosos y
jinetes poco educados;
muy a nuestro pesar, debemos abandonar la pista a la altura de una gran roca,
por donde
cruzar el Angorrilla; desde un depósito circular de agua,
avanzamos por la
vaguada
siguiendo una trocha; esta zona se mantiene virgen y salvaje, todo un placer para los sentidos;
dispone de un arroyo con agua,
choperas de gran tamaño,
rocas erosionadas,
suelo tapizado de verde y pinos majestuosos;
ascenderemos un
buen trecho con pendiente moderada bajo un pinar con numerosas setas y piñas,
hacia la
Cuerda de Los Cucuruchos;
desde el collado, conectamos en corto descenso con
la pista
bajo La Muela (1412 m) y al fondo la Cuerda del Almenara,
nos
devuelve al punto de partida en cómodo caminar.
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