El valle de las Batuecas se halla en la provincia de
Salamanca, en el noreste de la Sierra de Gata y al pie de la Peña de Francia junto
a la comarca cacereña de las Hurdes...
... estuvo habitado desde la Edad del Bronce por
los vettones, tribu céltica relacionada con Patones, pueblecito a pocos
kilómetros de Madrid, según base filológica pues tiene también unas leyendas
muy similares de aislamiento y marginalidad secular.
La creencia popular hablaba
de gentes ingenuas y semisalvajes que andaban desnudos...
... vivían bucólicamente
una ignorancia feliz en unas hermosas tierras recónditas e inexploradas,
situadas en el corazón mismo de Castilla y de la Extremadura...
... es el "mito
de las Batuecas" como población aislada en una zona atrasada, deprimida, inmersa
en la más completa miseria.
Desde finales del s. XVI la Iglesia decidida a desmitificar
las supersticiones y fantasías paganas, decide la instalación en 1599 de un
convento de Carmelitas Descalzos en pleno valle de las Batuecas ...
... después sería el
rey Alfonso XIII visitando las vecinas Hurdes en 1922 ...
... y Luís Buñuel con el
impactante documental "Tierra sin Pan" en 1933 cuando se dan a conocer
las peculiaridades de este valle y sus gentes.
«Estar en las Batuecas» es estar distraído y ajeno a aquello
de que se trata: absorto y embelesado...
... así se puede sentir cualquiera al
contemplar los paisajes, rutas y pueblos de este parque natural.
La ruta
comienza en el aparcamiento inferior de la carretera por sendero arbolado de pinos
y salpicado de alcornoques...
... cruzando tres puentecillos y caminando por una
pasarela de madera, que nos saca por un merendero con fuente, a la pista del Monasterio
del Desierto de San José o Santuario de Las Batuecas ...
... junto al río del mismo
nombre pisamos entre raíces pasado el Arroyo Castaño...
... vemos apuntar los
cipreses y la espadaña, mientras recorremos en silencio el largo muro del
monasterio...
... pasamos por el eucalipto y tejo del Convento, cruzamos el Arroyo de
Barrigoduro, vemos unos viejos y grandes alcornoques, llegamos a una presilla
con una pequeña caída de agua al lado...
... la senda discurre bajo un murete, en un
lateral encontramos una fuente primero...
... y una carbonera después, práctica
habitual era vender carbón vegetal en La Alberca, transportándolo por el Puerto
del Portillo en mulos.
Cruzamos el Canchal de las Cabras entrando en zona de pozas y
pequeñas cascadas donde darse un baño.
Llegamos a una bifurcación convergente que tomaremos por
abajo en la ida, aparece un cartel con aviso de los Canchales del Zarzalón y Umbría del Cristo...
... el sendero nos
hace pasar por el cauce rocoso a la altura de una caída y su poza...
... seguimos
poco más junto a un paredón...
... pasado el mismo la vegetación se cobra su tributo, hemos de retornar brevemente para ascender un corto trecho y enlazar con el
sendero de arriba.
Cruzamos el Regato de La Pava y llegados a la zona de Las
Catedrales...
... hay que cruzar el rio y ascender hacia la Cascada del Chorro (no
recogido en el track)...
... cuya belleza depende de que haya sido un año de lluvias
o nieve, de lo contrario no tendrá demasiada espectacularidad ...
... tomarnos el
almuerzo aliviados entre la sombra y el agua del reinante calor.
Ya de vuelta subo por sendero de cuerdas ...
... a intentar ver las
pinturas rupestres del abrigo de Las Cabras Pintás, ya que se intuyen más que
verse.
Los hombres del Neolítico dejaron plasmadas en la roca escenas
esquemáticas de caza, cabras en manada y arqueros.
Pasando por el puente de entrada al recinto del monasterio y
un antiguo refugio...
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