Desde la carretera CM-3204 entre Riopar y Siles, aparco la autocaravana en
la entrada a las Salegas del Maguillo, iniciamos una rutica ida y vuelta por una
pista de olivar disperso en principio...
Nazareno |
... para adentrarnos en un pinar de pinaster
o resineros...
... vamos en ascenso hasta el Collado del Contadero, admiramos los
Montes de Villaverde de Guadalimar con sus picos del Cambrón, la Sarga y el
Padroncillo.
Me desvió para ascender a las ruinas del Castillo de la
Yedra, de origen musulmán y perteneciente al complejo defensivo de Alcaraz ...
... desde su atalaya se distingue la Peña del Águila y el Calar del Mundo, abajo la
población de Cotillas “Al Cutillas” en árabe que significa pie de colina.
Retomamos el sendero ...
... y recorremos el pueblo...
... su rústica
iglesia Santa Marina...
... mudéjar, probablemente del siglo XVI.
Cerca del
pueblo merece la pena visitar el Pantano de Arroyo frío, Fuente Cavera, la
Majada del Soto y Los Chorros del río Mundo.
A la vuelta, volvemos a encontrar uno de los insectos más
famosos de España, el más común de nuestros escarabajos aceiteros, “Berberomeloe majalis”, de
hasta 7 cm, cuando es molestado exuda un aceitoso líquido anaranjado (su propia
sangre), cargado de un veneno llamado cantaridina, en contacto con la piel
produce ampollas, e ingerida inflamaciones en el aparato urinario y de paso una
erección, antiguamente se consideraba un
afrodisíaco.
Escarabajo aceitero “Berberomeloe majalis” |
Las larvas de las hembras del género Meloe (sin las rayas rojas) trepan a una flor y se
agarran al pelo de la abeja, viajan a su nido y cuando la abeja está poniendo
un huevo en una celdilla, se sube al huevo, la abeja sella la celda, la larva de aceitero se come
el interior del huevo flotante, dentro de la delgada cáscara se transforma en
un gusano, que se alimenta de miel y crece hasta llenar la celda.
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