Salida del aparcamiento disuasorio del Paseo del Malecón, por el carril bici a orillas del río Segura, con un viento frio fortísimo en contra, en un momento de duda, me doy la vuelta ante la dificultad de mantener el equilibrio, aunque rectifico pronto y continuo como un machote.
Me muevo por caminos de huerta hasta cruzar Guadalupe, bordeando la urbanización Agridulce y el Cabezo del Calvario por pista, estoy en los dominios de un compañero ocasional de rutas el “tragamillas Patapulpo”, rodeo el Cabezo Blanco, continuo por senda y pista a través del Cordal de los Valencianos, punto de máximo ascenso con vistas.
A
partir de unas ruinas, inicio un corto descenso trialero de escasa dificultad,
para recorrer la Rambla de Talón que,
junto a mi colega El Puma “maestro piropeador de mocicas” descubrimos
recientemente. Hay algún paso, sin grandes problemas, pero hará que nos bajemos
de la bici aunque el disfrute está asegurado.
A la salida
de la rambla cruzando la carretera MU- 560, que une el Javalí Nuevo con La
Ribera de Molina, vuelvo a coger pista pasando por la depuradora, junto a un
área de recreo cruzando un puente peatonal, cerca del Azud de La Contraparada - creada originariamente por la ingeniería
hidráulica musulmana-
y por sendero huertano plagado de limoneros,
enlazo con
la estrecha carretera que viene del Javali Nuevo, cruzo el río bordeando la siempre
accidentada por incendios o bombardeo, Fábrica
de La Pólvora Santa Bárbara, todo un complejo de talleres ahora sin
servicio.
Me dirijo a admirar otra obra de ingeniería, como es la Rueda de La Ñora, con 13,20 metros de
diámetro de reclamo
turístico, pues ya no riega su acueducto parcela alguna, y su canal devuelve el
agua que recoge a la misma acequia.
Pasado
el Molino de Los Casianos (fue un molino harinero que tuvo tres piedras
para moler cereales y con los años se empleó para moler pimentón) voy
progresando por el pasado histórico, desde el camino del mismo nombre, paralelo
a la Acequia Mayor Aljufía
abastecedora
de agua a toda la zona norte de Murcia, con vistas al Monasterio de Los Jerónimos, conjunto monástico conocido como El
Escorial Murciano. (Actualmente acoge las dependencias de la Universidad Católica
San Antonio de Murcia).
Cortando
el track de la ida, me incorporo nuevamente por carriles asfaltados
de la florida huerta murciana, muchos con los nombres de las familias que los
crearon, uno de ellos de la familia de mi mujer por cierto, y por fin desemboco
en un paseo de altura, que por su forma debería ser marítimo, pero lo hace entre
tierras, como es el del Malecón
llegándome al punto de salida de esta ruta
entretenida y variada.
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