desde el cual partimos con viento frío, 14 Andarines por pista en
dirección a la Casa Forestal de La Muela (señalizado);
atravesamos una pista de
aterrizaje del programa contra incendios forestales, nos desviamos por la senda
marcada de la Cuesta del Salto,
dejando atrás la vista de los Morrones de
Espuña, para contemplar Alhama y el Bajo Guadalentín desde el mirador.
Llegados a las ruinas de las Casas de la Muela y la Casa
Forestal del mismo nombre;
cedida al Grupo Scout Cruz del Sur
por la Agencia
Regional para el Medio Ambiente y la Naturaleza en diciembre de 1990;
En la actualidad, el uso básico que se le da a la Sierra de
la Muela es básicamente forestal, presentando un creciente desarrollo el
aprovechamiento recreativo, deportivo y educativo.
Caza, senderismo, bicicleta
de montaña, parapente e itinerarios educativos son algunas de las actividades
más desarrolladas en esta sierra.
Dejamos la pista principal para tomar un sendero junto a un
comedero,
que transcurre bordeando los cortados
con escarpes
de areniscas que nos recuerdan al del Estrecho de Los Hocinos en Cuenca,
Albarracín en Teruel o la Montaña de Monserrat en Barcelona.
Desde el vértice geodésico
vamos perdiendo altura, zigzagueando por sendero acondicionado, con vistas del
Embalse de Algeciras y el paisaje protegido de los Barrancos de Gebas;
investigamos un ramblizo
ante la
posibilidad de encontrar una cueva,
sin embargo tan solo se trata de una
covacha con poco encanto.
Continuamos hasta la salida pasando antes por el Pino Gordo. Y gorda fue la despedida cervecera también.
Versión Patas Inquietas
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